Fundamentos del Comportamiento Individual
Teorías sobre el aprendizaje
¿Cómo aprendemos? Se han ofrecido tres teorías para explicar el
proceso por el cual adquirimos patrones de comportamiento. Estas son el
condicionamiento clásico, el condicionamiento operante y el aprendizaje
social.
Condicionamiento clásico Esta teoría surgió a partir de los experimentos que hizo el fisiólogo ruso Iván Pavlov a principios de la década de 1900, en el que enseñó a algunos perros a que salivaran en respuesta al sonido de una campana.Cuando Pavlov presentaba al perro un trozo de carne, éste mostraba un aumento notable en su salivación. Poco después, el animal salivaba con sólo escuchar el sonido de la campana, aun si no se le ofrecía comida. En el experimento de Pavlov, la carne era un estímulo no condicionado; invariablemente ocasionaba que el perro reaccionara de cierta forma. La reacción que tenía lugar, siempre y cuando ocurriera el estímulo no condicionado, se llamó respuesta no condicionada. (En este caso, el notable incremento de salivación). La campana era un estímulo artificial o lo que se denominó estímulo condicionado. Aunque al principio éste era neutral, después de que el sonido de la campana se hacía coincidir con la carne (estímulo no condicionado) llegó a producir una respuesta al presentarse solo.
Por ejemplo, en cierta planta de manufactura, cada vez que los altos ejecutivos de la empresa programaban hacer una visita, el gerente de planta mandaba limpiar las oficinas administrativas y lavar las ventanas.
Condicionamiento operante Esta teoría propone que el comportamiento se da en función de sus consecuencias. Las personas aprenden a comportarse para lograr algo que desean o para evitar lo que no quieren. Comportamiento operante es aquel que es voluntario o aprendido, contrario al que es reactivo o no aprendido. La tendencia a repetir un comportamiento se ve influida por el reforzamiento, o la falta de éste, que generan las consecuencias que tiene. Por tanto, el reforzamiento fortalece un comportamiento e incrementa la probabilidad de que se repita.
Lo que Pavlov realizó por el condicionamiento clásico, lo hizo el psicólogo de Harvard B. F. Skinner por el condicionamiento operante. Skinner argumentó que la creación de consecuencias agradables después de formas específicas de comportamiento incrementaría la frecuencia con que éste sucediera. Demostró que lo más probable es que las personas tengan los comportamientos deseados si se les refuerza positivamente para ello; esas recompensas son más efectivas si siguen de inmediato a la respuesta deseada; y que el comportamiento que no se recompensa, o se castiga, no es probable que se repita. Por ejemplo, todos conocemos profesores que colocan una marca en el nombre de una estudiante cada vez que ésta tiene una participación en clase. El condicionamiento operante plantearía que esta práctica es motivadora debido a que condiciona a la estudiante a esperar un premio (ganar créditos en la clase) en cada ocasión que tiene un comportamiento específico (participar en clase).
Aprendizaje social Los individuos también aprenden cuando observan lo que sucede a otras personas, porque algo se les diga, y por experiencias directas. Por ejemplo, gran parte de lo que hemos aprendido proviene de observar modelos -padres, maestros, colegas, películas y programas de televisión, jefes, etc. Este enfoque de que aprendemos tanto por observación como por experiencia directa se denomina teoría del aprendizaje social.
Aunque la teoría del aprendizaje social es una extensión del condicionamiento operante -es decir, supone que el comportamiento se da en función de las consecuencias-, también toma en cuenta la existencia del aprendizaje por observación y la importancia de la percepción en el proceso de aprender. Las personas responden a la forma en que perciben y definen las consecuencias, no a las consecuencias objetivas en sí.
Condicionamiento clásico Esta teoría surgió a partir de los experimentos que hizo el fisiólogo ruso Iván Pavlov a principios de la década de 1900, en el que enseñó a algunos perros a que salivaran en respuesta al sonido de una campana.Cuando Pavlov presentaba al perro un trozo de carne, éste mostraba un aumento notable en su salivación. Poco después, el animal salivaba con sólo escuchar el sonido de la campana, aun si no se le ofrecía comida. En el experimento de Pavlov, la carne era un estímulo no condicionado; invariablemente ocasionaba que el perro reaccionara de cierta forma. La reacción que tenía lugar, siempre y cuando ocurriera el estímulo no condicionado, se llamó respuesta no condicionada. (En este caso, el notable incremento de salivación). La campana era un estímulo artificial o lo que se denominó estímulo condicionado. Aunque al principio éste era neutral, después de que el sonido de la campana se hacía coincidir con la carne (estímulo no condicionado) llegó a producir una respuesta al presentarse solo.
Por ejemplo, en cierta planta de manufactura, cada vez que los altos ejecutivos de la empresa programaban hacer una visita, el gerente de planta mandaba limpiar las oficinas administrativas y lavar las ventanas.
Condicionamiento operante Esta teoría propone que el comportamiento se da en función de sus consecuencias. Las personas aprenden a comportarse para lograr algo que desean o para evitar lo que no quieren. Comportamiento operante es aquel que es voluntario o aprendido, contrario al que es reactivo o no aprendido. La tendencia a repetir un comportamiento se ve influida por el reforzamiento, o la falta de éste, que generan las consecuencias que tiene. Por tanto, el reforzamiento fortalece un comportamiento e incrementa la probabilidad de que se repita.
Lo que Pavlov realizó por el condicionamiento clásico, lo hizo el psicólogo de Harvard B. F. Skinner por el condicionamiento operante. Skinner argumentó que la creación de consecuencias agradables después de formas específicas de comportamiento incrementaría la frecuencia con que éste sucediera. Demostró que lo más probable es que las personas tengan los comportamientos deseados si se les refuerza positivamente para ello; esas recompensas son más efectivas si siguen de inmediato a la respuesta deseada; y que el comportamiento que no se recompensa, o se castiga, no es probable que se repita. Por ejemplo, todos conocemos profesores que colocan una marca en el nombre de una estudiante cada vez que ésta tiene una participación en clase. El condicionamiento operante plantearía que esta práctica es motivadora debido a que condiciona a la estudiante a esperar un premio (ganar créditos en la clase) en cada ocasión que tiene un comportamiento específico (participar en clase).
Aprendizaje social Los individuos también aprenden cuando observan lo que sucede a otras personas, porque algo se les diga, y por experiencias directas. Por ejemplo, gran parte de lo que hemos aprendido proviene de observar modelos -padres, maestros, colegas, películas y programas de televisión, jefes, etc. Este enfoque de que aprendemos tanto por observación como por experiencia directa se denomina teoría del aprendizaje social.
Aunque la teoría del aprendizaje social es una extensión del condicionamiento operante -es decir, supone que el comportamiento se da en función de las consecuencias-, también toma en cuenta la existencia del aprendizaje por observación y la importancia de la percepción en el proceso de aprender. Las personas responden a la forma en que perciben y definen las consecuencias, no a las consecuencias objetivas en sí.