La Importancia de los valores
La relación de la personalidad y los valores de un individuo con su lugar de trabajo
La relación de la personalidad y los valores de un individuo con su lugar de trabajo
Hace 30 años, a las organizaciones sólo les preocupaba la personalidad
porque su objetivo principal era que los individuos fueran adecuados para sus
puestos específicos. Esta preocupación aún sigue vigente, pero en los últimos
años dicho interés se ha ampliado para incluir lo bien que la personalidad del
individuo y
sus valores se
adecúan a la organización.
¿Por qué? Porque
a los gerentes de hoy les interesa menos la aptitud de un candidato para
realizar un trabajo específico
que la flexibilidad que tenga para acomodarse a situaciones y
compromisos cambiantes de la organización.
El ajuste persona-trabajo
La adecuación entre los requerimientos del puesto con las características de la personalidad está bien descrita por la teoría del ajuste entre la personalidad y el trabajo, de John Holland. Esta se basa en el concepto de ajuste entre las características de la personalidad de un individuo y el trabajo. La teoría postula que la satisfacción es mayor y la rotación menor cuando la personalidad y la ocupación van de acuerdo. Los individuos sociables deben estar en los trabajos sociales, la gente convencional en los convencionales, y así sucesivamente. |
El ajuste persona-organización
Como ya se dijo, en años recientes se ha extendido el interés hacia el ajuste entre las personas con las organizaciones, así como con los trabajos. En la medida en que una organización se enfrente a un ambiente dinámico y cambiante, y requiera empleados capaces de cambiar de tareas con rapidez y que se muevan con facilidad de un equipo a otro, más importante será que las personalidades de éstos se ajusten al conjunto de la cultura organizacional y no tanto a las características de un trabajo específico. El ajuste persona-organización plantea en esencia que las personas abandonan las organizaciones que no son compatibles con sus personalidades. Con el uso de la terminología de los Cinco Grandes, por ejemplo, se esperaría que las personas muy extrovertidas se ajustaran mejor a las culturas agresivas y orientadas a los equipos, que los individuos con mucha adaptabilidad se ajustaran a climas organizacionales de apoyo que a los que se centraran en la agresividad, y que las personas abiertas a las experiencias se acoplaran mejor a las organizaciones que hicieran énfasis en la innovación más que en la estandarización. |